martes, 5 de octubre de 2010

Humilde, sí, pero también útil

La mudanza fue la ocasión para deshacerse de algunos objetos, es en parte comprensible.
¿Cuantos metros cuadrados nos hubiéramos podido ahorrar?
Todos los recursos destinados hubieran podido utilizarse en otras finalidades de mayor justificación económica y social.

Viene esto a cuento para contar, que muchas de las inversiones realizadas en los años en qué atábamos los perros con longanizas, si se hubiera prestado más atención a las indicaciones de los cálculos económicos y a la rentabilidad social, no tendríamos que aprender la dura lección actual.

Primera propuesta:
Políticos charlatanes vayanse con la música a otra parte y eliminen de su repertorio los dolientes boleros.

El Periodico, 30 de mayo 2010